Miedo al folio en blanco

-¿Puedes verlo?

-No.

-Aquello.

-¿Qué?

-Aquel papiro impoluto e inmaculado que nos llama, que nos engatusa con tretas varias cual sirena griega pidiendo exhausto algo.

-¿Algo?

-Sí, algo.

-¿Y qué es?

-Simplemente, ese algo es ser algo. Convertirse en Historia.

-¿En Historia?

-En Literatura viva.

-No entiendo.

-Te lo explicaré de otro modo: Ese trozo de papel, antes vida y fuente de oxígeno no quiere perder lo que tenía. ¿A ti te gusta perder algo que aprecias con locura? Apuesto a que no. Da miedo, impone, te aflige, descomunal para lo que deseas plasmar. Quinientos ochenta y ocho centímetros cuadrados que ansían dar a conocer, quieren formar parte de la creación, quieren ser arte, quieren mostrar lo que harás de ellos. ¡Escucha! Es un canto celestial, divino, sobrenatural, extrasensorial. La doncellez del lienzo popular que muere por convertirse en vida. Se reencarna para ser inmortal. Vampiro de creación infinita, ardua a la vez. Sin muerte una vez confeccionado. Con vida el resto de días hasta que el último ser que more la faz del lugar que lo vio nacer se desvanezca. Observo cómo chiquillos mancebos colaboran a construir la cultura futurista. Cómo imberbes jóvenes del porvenir leerán con ilusión, grandeza, amor, respeto al mismo tiempo, obras creadas de la nada, tal y como Picasso elabora su Guernica. A esos mozos que hoy se asemejan a los autores de Hamlet o El Quijote. Si te inspira desconfianza esa llanura nevada y regular, hoy te digo… ¡Complácela! Dale lo que te pide. Rellénala. Conviértela en Historia, como muchos hicieron en el pasado. Acertarás como ellos acertaron. Fama ganarás como ellos ganaron, mas ésta es efímera como la espuma de la orilla estival. Una vez ida solo quedará ese lago helado que atreviste a quebrar y en el que empapaste tu frente de la fuente de vida. Tal vez fría, pero placentera. Tal vez desagradable, mas al final suave y confortable como el regazo de una madre, portadora de esos dones que hicieron que osaras emprender el arte de sacar ese algo de donde no lo hay. Obtenerlo de la nada. Crear. Donde antes estaba el vacío, ahora está la literatura.

Yeray Escribano Flores, 1º de Bachillerato (Sociales)