sábado, 7 de diciembre de 2013

Comentario crítico sobre la película "La lengua de las mariposas"


Esta película tan sobrecogedora, fascinante y realista, basada en la Guerra Civil española e inspirada en la mentalidad hipócrita y falsa de la sociedad del año 1936, nos cuenta la relación entre un niño atemorizado por las creencias de aquellos profesores tan severos que en esa época existían, y su profesor Don Gregorio, la excepción de todos estos nombrados anteriormente, cuya única técnica de castigo era su silencio.
Tan buen profesor, compañero y amigo, se ve traicionado por todos aquellos que rondaban su corazón con la victoria de los nacionales. Sus enseñanzas tan sabias por la libertad quedan reducidas a la miseria de los corazones de la sociedad cuando se llevan a los republicanos (incluido él) por el simple hecho de no pensar igual que los sublevados, y a los que el pueblo abucheaba con palabras discriminatorias e insultantes como: ¡ATEO! ¡ROJO! ... etc. Y tal es el sentido de culpabilidad de la familia del niño que mientras pronuncian esta palabrería sin sentido, lloran arrepentidos.
El alumno, al igual que los niños del pueblo, corre tras el camión que lleva a los detenidos, tirando piedras y objetos con el fin de hacer daño, pero Moncho (el pequeño) aprovecha y utiliza de tapadera esta ocasión para recordar a su profesor: ¡Tilonorrinco!, ¡espiritrompa!-, todo lo que aprendió de él.
Así pues, el miedo enfrentado a la libertad gana una vez más, incitando al ser humano a caer en la crueldad, donde solo se llega a pensar en uno mismo, en el propio bien. Un egoísmo incalculable.
La traición a un amigo, un compañero e incluso un familiar... ¿Merece la pena ocasionar tanto dolor solo por terror?
No solo física, sino también moralmente se destruye un ser si se le encarcela por la mentalidad de una sociedad opresora que debería ser libre.
Hoy en día se han superado muchos de los traumas sociales, se ha luchado por una expresión abierta sin miedo a morir por ello. Pero pensemos si realmente hemos superado todo.
No. Aún quedan algunos aspectos que debemos mejorar y pulir para, realmente, ser LIBRES.

María Ortiz Martos, 3º E.S.O.B

lunes, 4 de noviembre de 2013

Carta de desamor


Aquí estoy, solo, como siempre, en la primera habitación a la derecha de este maldito lugar, pensándote, ¿cómo no?...; pensando en nuestra historia, esa que acabó hace apenas un año; recordando aquel pequeño despiste, esa camiseta que sigue conmigo en su sitio, en el segundo cajón de la triste mesita auxiliar que hay en esta habitación, donde guardo todas las cartas que nunca me atreví a mandarte.
No hay noche que no piense que dejé pasar a la persona perfecta que mi vida imperfecta necesitaba y cada vez veo más lejos aquellos recuerdos. La verdad es que Marwan tenía razón, la espina te recuerda que la belleza tiene un precio, y demasiado alto.
Me he pasado mucho tiempo buscando algún culpable para explicar lo que pasó y... es imposible. La cagamos tantas veces que cuando estábamos de acuerdo solo tuvimos una noche, nos habíamos hecho demasiado daño.
Y así siguió pasando el tiempo y seguimos echándonos de menos y pensando en qué cojones se nos había pasado por la cabeza cada vez que alguno de los dos volvía...
Pero todavía intento engañarme a mí mismo y decirme una y otra vez que no te quiero, que no me importas, que todo está bien... y... ¿para qué? Para darme cuenta de que no sirve de nada negar lo evidente. No quiero verte, no puedo verte más porque solo empeora las cosas, no puedo verte más porque solo hará que te necesite más, y te necesito demasiado...
Después de tanto tiempo cada vez que se apagan las luces, cada vez que mi mundo da un bandazo o cada vez que paseo por cualquier calle de esta jodida ciudad, no puedo evitar pensar en qué sería de nosotros en este preciso instante, si no hubiésemos sido tan niños.
El paso del tiempo solo me hace recordar una y otra vez cada error que cometí, cada beso que no te di y cada palabra que no te dije; el tiempo cada vez me hace sentir más culpable y más consciente de lo que perdí. Lo peor es que ya se me agotaron las salidas de emergencia y las esperanzas, que ya huí de todo esto demasiado y que no estoy en condiciones de volver a huir, ni puedo hacerlo lo suficientemente lejos.
Que he tenido muchas amantes desde entonces, pero como tú no encuentro ninguna.

Anónimo, 4º E.S.O. B

domingo, 27 de octubre de 2013

Comentario crítico a "Vídeo educativo"




En este vídeo observamos cómo un padre educa a su hijo de una manera un tanto peculiar. Le enseña a engañar, a defraudar, a ser "listo", no a ser inteligente y a desconfiar de todo ser vivo.
Estos valores tan erróneos que el adulto inculca en un niño serán absorbidos como si su mente fuera de esponja, y, a la misma vez, una mente de un pequeño tan moldeable, llegará a creer que lo que está bien, está mal y viceversa.
Cuando vives en un entorno familiarizado con la delincuencia, lo único que se puede llegar a pensar es: "Lo que hago yo está bien, lo que hacen los demás es malo". 
Así que esta reproducción de la realidad, donde hay acciones tan disparatadas, no es más que una simple réplica de lo que hoy en día ocurre.
El vídeo concluye con una imagen de un periódico donde se publica una noticia que cuenta: "Un hombre roba y mata a su padre". 
Ese hombre es el niño de hace diez años, y, ese padre, era el adulto que gastaba su tiempo en intentar convertir a su hijo en un desconfiado y muy pronto, en un delincuente. 
Por esta razón, cuando vemos a jóvenes internados en Centros de menores o cometiendo faltas graves, la mayor parte de culpabilidad la tienen sus padres, su entorno o ambos. 
Y es que la peor acción del hombre ha sido, es y será no saber aprender a dar, recibir y, lo más importante, mantener lo que tiene, mantener el amor.
María Ortiz Martos, 3º E.S.O. B.

jueves, 13 de junio de 2013

"Pequeño"





Me ha encantado este corto, ya que transmite un mensaje de una forma muy peculiar: desde el punto de vista de un niño. 
A pesar de la poca edad que tiene y de su poca experiencia en la vida, él ya se ha dado cuenta de muchas cosas. La gente camina muy triste por la calle y es que, ¿quién no tiene problemas? ¿A quién no se le ha muerto un familiar? ¿Quién no puede llegar a fin de mes? 
El pequeño niño solo asocia a un culpable, el dinero. Casi todo el mundo llega tarde a casa y apenas tiene tiempo para su familia.
¿Y que recibe toda esta gente a cambio? Dinero, y quince días de vacaciones en verano. ¡Solo quince días! 
Después de pasarte trescientos cincuenta días al año trabajando sin parar solo recibes eso...
Porque, como dice en el vídeo, el dinero que te da el trabajo, ¿para qué lo quieres? ¿Acaso el dinero te hace feliz? Con el dinero no puedes comprar las cosas más importantes de la vida, como el amor o la salud.
Este es el mensaje que nos quiere transmitir "Pequeño".
Lydia Moya González, 1º E.S.O. B

viernes, 7 de junio de 2013

Rincón de Haikus




1
Gradilocuencia,
en tu teatro mudo,
yo represento.
Marina García Montoya
2
Ola que corre
tras los pies en la arena
vuelve a su mar.
Marina García Montoya
3
Los suspiros serán
los sollozos del alma
el grito ahogado.
Valentina Della Giovanna.
4
Cuando el presente
se despista, un instante
se lo devora.
María Montero Curiel
5
El mar se acuesta
con la arena en la playa
y nadie se entera.
María Montero Curiel
6
Triste silencio
sonido incómodo
de la soledad.
Ángeles Jordán Soriano
7
Aquellas luces
más relucientes, sombras
grandes poemas.
Ángeles Jordán Soriano.
8
Esa ventana
el ojo en el presidio
a la libertad
Ángeles Jordán Soriano.
9
Fuego helado
hierro rojo candente
en la fragua
Rafael Cobos Molina
10
Hojas caídas
lágrimas de un árbol
en amarillo.
Cristina Ramos Hueso
11
Esa cascada
con lágrimas profundas
resuenan en ella.
Tamara Moreno Serrano
12
Las olas del mar
cantas silenciosamente
en tu silencio.
Tamara Moreno Serrano
13
Nubes que lloran
por el odio del viento,
bailan con hojas
Carmen Rodríguez Ferre
14
La noche negra
iluminada por ti
con tu cariño
Carolina Romera García
15
La vida es lo
mejor, y de lo mejor
lo superior
María del Mar López Salmerón
16
Vivir del pasado
es no querer aprender
del presente
José Gabriel Hernández Ramírez
17
Escarabajo
pelotas hace
con excrementos
Adrián Gómez Cano
18
Un terremoto
escandalosos pasos
por un gigante
Esther Ibáñez Ruiz
19
La lluvia
llantos cristalinos
de los ángeles
Esther Ibáñez Ruiz
20
La tormenta,
furia de Dios
castiga a los pecadores
Francisco Miguel Ruiz Ibáñez
21
La vela,
última esperanza
de salvación
Francisco Miguel Ruiz Ibáñez
22
El cielo,
mar de nubes
desorientadas
Francisco Miguel Ruiz Ibáñez
23
Los cajones,
siglos de recuerdos
naufragados
Alejandro Muro Torres