Aquí estoy, solo, como siempre, en la primera habitación a la derecha de
este maldito lugar, pensándote, ¿cómo no?...; pensando en nuestra historia, esa
que acabó hace apenas un año; recordando aquel pequeño despiste, esa camiseta
que sigue conmigo en su sitio, en el segundo cajón de la triste mesita auxiliar
que hay en esta habitación, donde guardo todas las cartas que nunca me atreví a
mandarte.
No hay noche que no piense que dejé pasar a la persona perfecta que mi vida
imperfecta necesitaba y cada vez veo más lejos aquellos recuerdos. La verdad es
que Marwan tenía razón, la espina te recuerda que la belleza tiene un precio, y
demasiado alto.
Me he pasado mucho tiempo buscando algún culpable para explicar lo que pasó
y... es imposible. La cagamos tantas veces que cuando estábamos de
acuerdo solo tuvimos una noche, nos habíamos hecho demasiado daño.
Y así siguió pasando el tiempo y seguimos echándonos de menos y pensando en
qué cojones se nos había pasado por la cabeza cada vez que alguno de los
dos volvía...
Pero todavía intento engañarme a mí mismo y decirme una y otra vez que no
te quiero, que no me importas, que todo está bien... y... ¿para qué? Para darme
cuenta de que no sirve de nada negar lo evidente. No quiero verte, no puedo
verte más porque solo empeora las cosas, no puedo verte más porque solo hará
que te necesite más, y te necesito demasiado...
Después de tanto tiempo cada vez que se apagan las luces, cada vez que mi
mundo da un bandazo o cada vez que paseo por cualquier calle de esta jodida
ciudad, no puedo evitar pensar en qué sería de nosotros en este preciso
instante, si no hubiésemos sido tan niños.
El paso del tiempo solo me hace recordar una y otra vez cada error que
cometí, cada beso que no te di y cada palabra que no te dije; el tiempo cada
vez me hace sentir más culpable y más consciente de lo que perdí. Lo peor es
que ya se me agotaron las salidas de emergencia y las esperanzas, que ya huí de
todo esto demasiado y que no estoy en condiciones de volver a huir, ni puedo
hacerlo lo suficientemente lejos.
Que he tenido muchas amantes desde entonces, pero como tú no encuentro
ninguna.
Anónimo, 4º E.S.O. B
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