lunes, 8 de noviembre de 2010

El campamento



Capítulo 1: La despedida.
Todo comenzó así:
-Mamá, mamá, ¿dónde vamos?- preguntó Mike.
-A un sitio muy divertido, verás- le contestó la madre.
En realidad iban a ingresar a Mike en un campamento para los niños que tienen cáncer, porque él lo tenía.
-Venga, Mike, bájate del coche que ya hemos llegado- dijo la madre.
Entraron por la puerta del campamento y Mike preguntó:
-¿Mamá, por qué ningún niño tiene pelo?
-Cariño es que al entrar aquí se lo rapan- le contestó la madre con una o más lágrimas en la cara.
-Pues yo no quiero que me rapen, a mí me gusta mi pelo; una pregunta, ¿por qué lloras, mami?
La madre no contestó, ya que no podía ni hablar por el llanto que tenía por dentro.
La despedida fue aún peor; la madre no se quería separar del niño, ni el niño de la madre. Al final consiguieron separarlos y llevar al niño al campamento.
Cuando Mike entró por la puerta pensó que era un sitio extraño, que no le gustaban los monitores, pero sobre todo que no parecía un campamento.
De repente se le acercó un niño (más o menos de la edad de Mike) y le dijo:
-Hola, soy Bran. Veo que eres nuevo aquí.
-Pues sí, este es mi primer año, ¿me enseñas el campamento?
-Vale pero, ¿cómo te llamas?-
-Yo soy Mike, ¿podemos ser amigos?
-Claro.
Bran era un niño muy simpático y amistoso. Él no tenía pelo por el cáncer, pero no le importaba, sólo quería hacer amigos, y Mike era el único que tenía.
A Mike se le ocurrió preguntar:
-Bran, ¿por qué no tienes pelo?
-Es una historia larga, otro día te la cuento.
Mike y Bran  pasearon todo el día por el campamento jugueteando y observando lo que hacían otros niños: algunos estaban solos, otros con monitores, y muy pocos con amigos.
Llegaron a un lugar muy silencioso y oscuro. Cuando andaban por aquel lugar, se escucharon llantos y gritos de gente, vieron una corona de flores que ponía: Siempre aquí, Connie. Entonces se dieron cuenta de dónde estaban: en el entierro de una chica.
-Bran, ¿por qué ha muerto ella?
-Por la enfermedad.
-¿Qué enfermedad?
-¿Te haces el tonto? Pues el cáncer. Todos los que estamos aquí tenemos esta enfermedad, por eso se me cae el pelo.
-¿Y todos nos vamos a morir?
-No, algunos se curan, y nosotros nos curaremos, ya verás.
Cuando llegó la hora de dormir, Mike se mudó a la habitación de Bran. Mike no pudo dormir, ya que estuvo pensando en un montón de cosas, por ejemplo: que echaba de menos a su madre, que había encontrado un nuevo amigo, que ya le iba gustando ese sitio, que había gente de todas las clases allí, que sentía pena por Connie (aunque no la conocía), que Bran y él eran demasiado jóvenes para estar allí. Pero la pregunta que le rondaba por la mente en cada momento de la noche era: ¿Me moriré?
Ana Benzal Morales, 1º E.S.O. A

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