martes, 17 de noviembre de 2009

Para ti


Para ti, que no tienes un nombre que defina tu abstracción y a la vez realidad.

Tú, horizonte inalcanzable, hilo del tiempo.

Dime, ¿quién eres en verdad?

«Soy hombre, y soy la nada». Siempre la misma respuesta.

¿Por qué no puedo entenderte?

Todo gira a tu alrededor, pues eres como una continua nebulosa que rodea el núcleo de cada ser, capaz de cambiar su rumbo...

¡Oh, grata adolescencia! Apelo a ti que muestras lo mejor y peor del ser, que nos enseñas el universo al que aún no hemos dado el primer bocado.

¿Qué es la vida? ¿Quiénes somos? Te pregunto a ti que pareces saberlo todo.

«Unidad». ¿Con eso restañas los chicotazos?

Quiero aprender, pues, muéstrame más, te suplico,

mi paciencia no aguarda sólo a acertijos.

«Es el destino el poseedor del secreto por el cual los dos senderos en reyerta están».

¡Y es que no comprendo siquiera lo que es el destino!

¡Tu afán por el sin sentido, tu locura, tu minucioso juego!

¿Quién eres, pues?

Día o noche, causador de desgracias o creador de ilusiones.

Te busco, te encuentro,

para mis preguntas no hay esperanza.

...(la vida pasa)

Puede que ya entienda, belleza nupcial, que tenías un sentido, mi sentido,

pero no un alma que olvidar.

Pues no eres nada, y lo eres todo.

Tú, que eres la guía, enséñanos a amar.

Marina Jiménez Saldaña, 3º E.S.O. A

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