lunes, 6 de diciembre de 2010

Un folio en blanco



No todo el mundo sabe la verdad que se esconde tras un folio en blanco. Pálido como las velas del navío que solo el viento de tu imaginación llevará a su destino. Una isla áurea en la que se encuentra la escalera de naipes, cuyo final se sitúa más allá del mar de nubes hasta el firmamento. Allí, una fulminante luz ilumina un castillo de paredes inexistentes. Solo tú puedes darle una vida, una existencia; con un lápiz y una pieza de papel. Pintar al fin esos muros con tus propias manos.
 Cuando, repentinamente, regresas a la tierra de los corazones y sueños rotos y todo lo que ves son puertas cerradas, estás atrapado. Pero tú no te preocupas, tu mente está ahora demasiado lejos de tu cuerpo.
Y sobre todo no olvidas que aunque los años intenten arrebatarte los recuerdos junto a los camaradas con los que emprendiste tu travesía, siempre habrá un sitio para ellos, imborrable, en el fondo de tu corazón.
Ángeles Jordán Soriano, 2º E.S.O. A

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