Leyendo el artículo "El español en cifras" (
http://elpais.com/elpais/2013/01/15/opinion/1358278368_894478.html) del instituto Cervantes, en el que se trataba la cantidad de personas que hablan y demandan el español para ser aprendido, mostrado en una serie de gráficas de los diferentes sitios, me he percatado de toda esa gente que utiliza mi propia lengua.
http://elpais.com/elpais/2013/01/15/opinion/1358278368_894478.html) del instituto Cervantes, en el que se trataba la cantidad de personas que hablan y demandan el español para ser aprendido, mostrado en una serie de gráficas de los diferentes sitios, me he percatado de toda esa gente que utiliza mi propia lengua.
Sabiendo que es la
segunda lengua más hablada del mundo, me enorgullezco de ello. No solo me
parece un orgullo, sino quizá también una gran ventaja ya que en cualquier
sitio al que se vaya habrá alguien que hable el español, cosa que facilitará en
gran medida la comunicación. Sin embargo con esto no quiero decir que no se
deban aprender otras lenguas, como el inglés o el francés, que son realmente
útiles en nuestros días.
Por lo pronto podemos
pensar que somos afortunados por nacer españoles y no tener que aprender esta
lengua que es difícil por sus formas verbales y diferentes palabras. En cambio,
el inglés, siendo una lengua mucho más fácil (y de las más fáciles de hecho) es
la primera que más se habla.
Y volviendo al tema del
que estaba hablando, me gustaría animar a la gente a que aprendiese idiomas.
Como siempre, habrá diversas opiniones acerca de esto y gente a la que no le gusten
los idiomas. Aun así, hablo desde mi criterio y mi opinión. Yo, por ejemplo,
soy una fanática del inglés y en algunas ocasiones he pensado que ojalá hubiese
nacido inglesa. Pero cuando reflexiono sobre esto una vez más me vuelvo a
percatar de ser tan afortunada al nacer y criarme en España, porque me sería
mucho más difícil aprender español que aprender inglés. Quitando estas razones,
no se trata solo de una cuestión de dificultad a la hora de aprender, sino
también de pensar que mi lengua, “el español”. Es una gran lengua en todos los
sentidos y, sin duda, me parece fantástica.
Y, por último, y no
menos importante, quería decir que los españoles deberíamos valorar nuestra
lengua porque la mayoría no lo hacemos, y perfeccionarla (los que puedan, ya
que todos no tienen esa oportunidad), porque es nuestra principal herramienta
en todos los aspectos de nuestra vida.
Alejandra García Sánchez, 1º Bachillerato (Humanidades)
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