Lidia, una humilde campesina judía vivía en un pueblecito junto al mar. Era aquella una mala época, en plena Segunda Guerra Mundial, vivía con unos ancianos que la acogieron en su hogar cuando, de pequeña, sus padres la abandonaron a su suerte. Los habitantes de este pueblo eran todos judíos, y temían que el ejército alemán atacara en cualquier momento. Pese al miedo que sentían, se mantenían juntos y nadie se iba.
Pero una noche, sus temores se hicieron realidad y una decena de camiones cargados con soldados nazis aparecieron de la nada. Todos los habitantes trataron de escapar, pero la mayoría no lo consiguió. A Lidia la atraparon y la metieron en un camión. Despertó a la mañana siguiente, estaba junto a ella un soldado, que la miraba sonriente... Ella se enamoró perdidamente de él, y él también de ella, fue amor a primera vista. Estuvieron hablando durante un buen rato, Lidia, al ver que él era distinto a los demás, le pidió que fuera a vivir con ella, así que ambos se pusieron de acuerdo y cuando los nazis montaron un campamento de noche, los dos enamorados se escaparon para comenzar una vida nueva.
Ignacio Díaz Bonilla, 3º E.S.O. A
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