En
mi opinión la obra resulta directa gracias a los monólogos de Edipo y al Coro.
La
obra refleja al hombre al margen de los dioses, por lo que el destino del mismo
sea consecuencia suya.
Al
intentar escapar de la profecía sin saber la realidad por completo se condena a
sí mismo y se da cuenta de que la situación, aunque inevitable, es culpa suya.
Se refleja así el debate interior del ser humano y la muy incierta felicidad de
la que las familias reales o acomodadas (como era la de Séneca) siempre parece
que gozan.
También
, como es costumbre en las obras de Séneca, aparece la figura del tirano al
comportarse Edipo como tal después de escuchar a Creonte acerca de la acusación
de Layo. Él no puede creerlo, ya que eso significaría una situación que no se
había planteado y, agobiado por una jaula en la que él mismo se metió sin
saberlo, convierte a Creonte en alguien que conspira por usurparle el trono sin
creer ni aceptar que el destino del que huía se hubiese cumplido.
Mireya Issa Morel, 4º E.S.O. B
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