sábado, 27 de noviembre de 2010

Un mal día


Estaba sentada en el sofá pensando en lo que pasó ayer, todos esos moratones y heridas sin sentido le partían el corazón, ¡Cómo puede ser que un poco más y la matase! Sólo porque su marido había tenido un mal día, toda esa violencia sin sentido.
Ella pensaba que si hoy también su marido tuviera un mal día, esta vez ella no sobreviviría. Cuando llegó él, ella se sugestionó, pero sacó el valor suficiente para preguntarle:
-¿Cómo te ha ido hoy el día? –pasándole la mano por la espalda con miedo y recelo.
-Pues, fatal como siempre –contestó él con un grito ensordecedor.
-No pasa nada, mañana te irá mejor.
-¿Qué no pasa nada? ¡Eh!
Él con toda su fuerza la agarró y la lanzó contra la mesa. Ella como pudo, dolorida por el tremendo golpe que se dio en la espalda, intentaba arrastrarse para llegar al sofá y levantarse. Pero no le dio tiempo, le faltaba el aire, su marido la tenía cogida por el cuello diciéndole al oído como loco:
-Siempre igual, llego agobiado del trabajo, y tú me das uno de tus sermones, ¿por qué llegas tarde? ¿Te ha ido bien el día?
Esta vez la soltó violentamente y ella quedó inconsciente por el golpe contra el suelo.
Un vecino que estaba asomado al alféizar del edificio de enfrente llamó a la policía.
Él abrió un cajón del que sacó un cuchillo, que acto seguido hundió en el pecho de su mujer.
Al escuchar la sirena de la policía, sacó el cuchillo y se lo clavó en el cuello.
Esta vez la policía no llegó a tiempo.
Este sería un pequeño ejemplo de la gran lacra del siglo veintiuno, el maltrato de género que sufren muchas mujeres en el mundo y, al igual que ese vecino, no debemos quedarnos impasibles ante estas situaciones: todos somos víctimas.
¡Basta ya de esos “malos días”!
Christian García Salvador, 1º E.S.O. A

1 comentario:

  1. CH Sigue asi ya veras como te seguiran salindo tan buenos relatos como este =D De tu amigo Fiuuuuu!

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