domingo, 7 de febrero de 2010

La muerte de Lotus


Un nublado y lluvioso día, dos valientes guerreros llamados Lotus y Kborne se encaminaron hacia una gran fortaleza llamada Jigora, del reino de Hesed, para liberar de la prisión de un dragón a una bella y hermosa princesa que desde su infancia estaba en la fortaleza. Cuando entraron en la fortaleza, el dragón que protegía su castillo se encaró de forma brusca a los dos guerreros que, sin pensarlo, no dudaron en plantarle cara. Tras varias horas de intensa batalla, consiguieron matar al dragón. Ya retirándose del terreno de batalla, Kborne resbaló a causa de la sangre derramada de la bestia y tiró así a Lotus, y ambos cayeron sobre la sangre del dragón.
Entonces dijo Kborne -¿No notas una fuerza y una agilidad diferente a la que tenías antes?-, y Lotus respondió -¡Sí! ¡Es verdad, me noto diferente!
Extrañados por lo que sentían, fueron en busca de la princesa a lo más alto de la torre donde la bella princesa esperaba su llegada. Cuando los dos guerreros vieron por primera vez a la princesa se quedaron asombrados de tal belleza, y los dos la quisieron para sí mismos.
-¡Al fin alguien que me rescate, benditos seáis valientes caballeros! Mi nombre es Kire, ¿cuál es el vuestro?- dijo la princesa Kira.
-Mi nombre es Kborne, y el suyo es Lotus.- le respondió Kborne.
-¡Está más que claro que la bella princesa Kira se vendrá a mi fortaleza y vivirá conmigo, Kborne!- dijo Lotus es un tono provocador.
-¡Eso no va a ser así, Lotus!- le contestó Kborne.
-Yo decidiré con quién me quedaré, el que gane a un duelo se ganará mi amor eterno- habló Kire.
Kborne y Lotus no pretendían retarse por el simple hecho de haber sido amigos toda la vida, pero no tenían más remedio si querían a la princesa.
-Está bien, nos retaremos, ¿aceptas el duelo Lotus?- dijo Kborne.
-¡Sí! ¡Acepto, y debo decir que iré sin piedad a por ti, Kborne! ¡Y una vez te derrote y consiga a la princesa asediaré a todas las fortalezas del reino de Hesed, incluida la tuya!
Cuando el duelo dio comienzo, ambos sabían que eran inmortales, pero ignoraban que tenían un punto débil. El punto débil de ambos era el cuello y el hombro derecho, pues no los habían mojado en la sangre del dragón.
Kborne cayó al suelo y Lotus le clavó su espada en el cuello, dejándole así muy mal herido. Ahí fue cuando se dieron cuenta del punto débil… Tras haberle vencido, Lotus marchó con la bella princesa Kira y arrasó con todo el reino de Hesed.
Cuando Kborne se recuperó, se adentró en las entrañas de la principal fortaleza de Lotus, enfrentándose así, de nuevo, con él.
-¿Es que no tuviste suficiente Kborne?- dijo Lotus.
-No, Lotus. ¡Quiero más!- exclamó Kborne.
Ambos empezaron a pelear desenfrenada y violentamente sin piedad alguna. Kborne cogió una lanza y se la arrojó a Lotus justo al cuello.
-¡No me mates, Kborne! Acepto mi derrota. ¡Quédate con la princesa y con todas mis fortalezas, pero por favor, no me mates!
Pero Kborne, lleno de ira, le sacó la lanza del cuello y le clavó su espada con más fuerza aún varias veces, dejándole así sin vida.
Pasados unos días, Kborne y Kire se casaron, y decidieron pasar el resto de sus días juntos. En cuanto al pueblo y reino de Hesed, bautizó a Kborne como KBORNE EL HÉROE, por haberle liberado de la desdicha bajo el mando de Lotus.
Manuel Ferre Viciana, 2º E.S.O. A

1 comentario:

  1. Bien, pero los tags sobran, a mi, por lo menos, no me divierte.....
    PD: Sube la de Álvaro, si , el de Manion.

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